Para ahorrar no debes privarte de tus gustos ni cambiar tu estilo de vida. Solo necesitas saber cuándo es un buen momento para gastar y cuándo no.
Sabemos que no es tan fácil como se lee, pero de solo imaginarte recibiendo el diploma de tu maestría, ¿no crees que todo el esfuerzo valdrá la pena?
Si estás decidido a convertirte este 2018 en un valiente ahorrador, ¡felicitaciones! Hoy te decimos cómo alcanzar esta gran meta en solo tres pasos.
Paso 1: fija tu objetivo
Es momento de recordar cuáles fueron tus propósitos de Año Nuevo. ¿Qué fue lo que deseaste durante las primeras horas del 2018? ¿Conseguir tu depa propio, estudiar un posgrado en alguna universidad del extranjero, abrir tu propia empresa o incursionar en el negocio del spa para mascotas? A partir de hoy, convierte ese deseo en tu meta del año.
Una vez definida tu meta, es necesario elaborar un plan de acción que te permita convertirla en un logro. Este plan debe ser lo más concreto y directo posible, por ejemplo: voy a pedir un préstamo de estudios para pagar el posgrado en Alemania y lo pagaré en dos años.
Paso 2: haz un balance
Analiza lo positivo y lo negativo de la meta que te has propuesto, así como del plan que estás trazando para cumplirla. ¿Cuánto crees que necesitarás ahorrar por mes para alcanzarla en el tiempo planteado?
Eso sí, debes recordar algo muy importante: no ahorres lo que sobra, sino dedica un porcentaje de tu sueldo a ello. Además, analiza tus gastos fijos mensuales. Una fórmula que te ayudará mucho en esta tarea es la siguiente: Ingreso que percibes – Monto de ahorro = Monto para gastos. Anímate a intentarlo todos los meses.
Paso 3: dile no a los gastos innecesarios
Una vez tengas control de tus gastos mensuales, este paso será más sencillo.
Existen cuatro tipos de gastos: los que puedes posponer, los que puedes eliminar, los que puedes reducir y los que puedes conservar. Para que puedas identificarlos en tu vida diaria, te damos algunos ejemplos: un gasto que puedes posponer es la compra de un plan en Netflix; uno que puedes eliminar, comer fuera de casa; uno que puedes reducir es el plan de tu celular, y uno que debes conservar es el pago de alquiler de tu departamento.
De estos cuatro tipos, un gasto necesario es aquel que se puede conservar. Todos los demás son innecesarios o no necesarios en el momento que deberías realizarlo.
Por eso, la próxima vez que estés por comprar ese traje de diseñador, pregúntate: ¿es necesario este gasto?, ¿se puede reducir, posponer o eliminar?
Bonus track
Además de ahorrar, puedes dar un paso más y hacer que éstos crezcan.
Hoy, existen diversos productos financieros que te ayudarán a lograr lo que quieres. Entre ellos están los depósitos a plazos y los fondos mutuos. Anímate a probarlos y tu estrategia para cumplir tus metas financieras este año estará completa.
Algo importante es estar atento a la festividad que trae consigo cada mes. Enero, por ejemplo, es un mes de metas y proyectos. Julio, el mes patrio, trae consigo la posibilidad de unas breves vacaciones y un dinero extra. Debes estar preparado para eso. Además, mapea también los feriados y fines de semana largos en lo que usualmente se gasta un poco más de dinero de lo normal. Un calendario financiero será de mucha ayuda.